COVID-19: médicos del Hospital Guillermo Almenara siguen a la espera de ser vacunados
Las dosis contra el virus llegaron a inicios de febrero, sin embargo, la inacción y el mal actuar de las autoridades pertinentes generaron retrasos que son letales para el personal de salud.
El viernes 12 de febrero, una larga fila se divisaba en la puerta del Hospital Guillermo Almenara, uno de los centros de salud más grandes de la capital peruana, Lima. Cualquiera pensaría que es de pacientes a la espera de ser atendidos; pero no, son médicos, enfermeras, enfermeros y todo tipo de personal de salud que espera desde aproximadamente las 7 de la mañana para ser vacunados contra la COVID -19. La fila se hace cada vez más larga, esto se debe a que el día jueves 11 de febrero el hospital inició tarde el proceso de vacunación y alcanzó a inocular a unos pocos, debido a que el proceso fue sin previo aviso y con los que estuvieran en el turno de 2 a 5 de la tarde . Por ello, todos y todas los que faltaban se aglomeraron a los alrededores del hospital al siguiente.
Es importante recordar que las 300 000 dosis de vacunas de la farmacéutica china Sinopharm llegaron a Perú la noche del domingo 7 de febrero. Fueron recibidas con gran esperanza y alegría por los peruanos y peruanas pues la segunda ola de contagios aumentaba en aproximadamente 4000 contagiados y más de 200 muertos al día. A la fecha, se suman un total de 1 3233 863 infectados y 46 299 fallecidos.
Primera linea
El gobierno del actual presidente, Francisco Sagasti, indicó mediante un decreto supremo que las primeras dosis de vacunas irían con prioridad a todo el personal de salud que trabajara en las áreas de exposición al virus y en las unidades de cuidados intensivos COVID -19, es decir, la primera linea de “batalla”.
A pesar de ello, el lunes 8 de febrero, diferentes hospitales de Lima y regiones presentaron tardanzas y desorden durante el proceso de vacunación. Muchos del personal médico presentaban quejas pues en las listas se incluían personal administrativo, marketing y personas que realizaban teletrabajo; es decir, que no eran prioridad.
Mientras las filas en el Hospital Guillermo Almenara aumentaban por la vacunación, un grupo de alrededor de 400 residentes, realizaban un plantón en la puerta principal pues desde el inicio de la pandemia ellos y ellas han tenido que asumir tareas de exposición y riesgo dentro de las áreas COVID-19 pero los jefes de área no los incluyeron en las listas para ser inoculados con estas dosis.
Vacunagate
El proceso de vacunación de la primera linea quedó empañado y paralizado por el destape del caso Vacunagate que evidenció la inoculación secreta de varios altos funcionarios (como el ex presidente de Perú, Martín Vizcarra, la ex ministra de Salud, Pilar Mazzetti) y el uso indebido de dosis para familiares y amistades de personal del Ministerio de Salud.
Mientras algunas autoridades se aprovecharon de su cargo de sus cargos para salvarse, cientos de médicos a nivel nacional dejaron de vivir.
Este destape fue un golpe duro para todos los médicos de la primera linea de batalla que aún siguen a la espera de conseguir una dosis que les permita ser resistentes a la COVID-19 y continuar con esta lucha que solo tiene como meta salvar vidas.